Una vez que habéis decidido casaros, el primer paso que hay que dar es escoger el lugar donde queréis celebrar la ceremonia y el banquete.

Actualmente tenéis a vuestro alcance un montón de opciones diferentes entre las que seguramente encontraréis el sitio que mejor se adapte a vuestro gusto y necesidades. Os aconsejo que si tenéis claro lo que queréis no perdáis mucho el tiempo y reservéis cuanto antes, ya que los lugares más especiales suelen tener mucha demanda.

Como ya os habréis dado cuenta, en Mallorca hay infinidad de lugares preciosos para celebrar vuestro banquete.

El Banquete

La primera propuesta sería la del restaurante. Tanto si habéis optado por una boda íntima y familiar en un pequeño restaurante, como si se os ha ido la mano con la lista de invitados y necesitáis un gran salón para banquetes tenéis infinidad de opciones. Al lado del mar, en un pueblo, en la montaña…todos tienen su encanto.

Los hoteles han sido tradicionalmente otra de las elecciones habituales. Las opciones van desde el clásico hotel con solera que siempre dará un toque de elegancia a vuestra celebración, pasando por los ultramodernos para los que queréis estar siempre a la última y sin olvidarnos de los hoteles rurales y agroturismos que se están convirtiendo en una alternativa muy interesante para poder disfrutar de un entorno agradable en plena naturaleza. Tres posibilidades muy diferentes con una característica común: la comodidad de poder quedarse a dormir allí mismo después de una feliz pero agotadora velada.

El Banquete

Otra posibilidad que se puso de moda hace ya algunos años y que cada vez cuenta con más adeptos es la de alquilar una finca. Normalmente son antiguas edificaciones habilitadas para este tipo de celebraciones pero que mantienen su encanto original. Situadas en lugares privilegiados, al tratarse de un espacio que se cierra exclusivamente para vuestra boda os permitirán disfrutar de total intimidad.

Falcao Uno

Para los que deseéis aprovechar las posibilidades que ofrece celebrar vuestra boda en una isla, haciendo que el mar pase a ser uno de los protagonistas de este día tan especial, tenéis la opción de organizar una romántica e inolvidable boda en la playa o incluso alquilar un barco y hacer de vuestra boda una celebración original que dejará un agradable recuerdo no solo en vosotros sino también en vuestros invitados.
En ambos casos tenéis asegurado el momento mágico de contemplar la puesta de sol frente al mar, pero os aconsejamos que busquéis el asesoramiento de cualquiera de las estupendas empresas que se dedican a la organización de bodas en Mallorca para evitaros muchas complicaciones.

Si dejáis volar nuestra imaginación seguro que se os ocurren un montón de lugares especiales, pero tener siempre en cuenta la comodidad de vuestros invitados.

Una vez elegido el lugar debemos ponernos manos a la obra en la elección del menú que dependerá del tipo de celebración que queramos ofrecer.

En Mallorca existe una amplia oferta de restaurantes, hoteles y caterings que ofrecen todo tipo de cocina: tradicional, mallorquina, asiática, de autor, fusión, etc. La elección del menú dependerá de vuestro gusto personal, y como “para gustos hay colores”, más vale no volverse loco intentando agradar a todo el mundo. Lo más importante es que a vosotros os encante el menú que hayáis elegido, eso sí, procurando no servir platos demasiado exóticos para que todos los invitados puedan disfrutar también.

Podemos optar por el menú clásico que suele empezar por un aperitivo más o menos extenso, seguido de una comida o cena de tres o cuatro platos que podrían ser: una crema o ensalada, un plato de pescado, uno de carne y el postre.

Tanto si se trata de una comida como de una cena, pero especialmente en este último caso os aconsejo que no sirváis un aperitivo demasiado largo (la gente acaba cansada, con ganas de sentarse a la mesa pero sin hambre) y que escojáis un menú sabroso pero equilibrado, para que al acabar la cena vuestros invitados hayan disfrutado de la comida pero puedan seguir disfrutando del baile y la fiesta posterior.

Una alternativa al clásico banquete sería la de cocktail-cena (o comida). Es una opción más distendida y menos protocolaria que consiste en que los camareros pasen continuamente todo tipo de canapés: fríos, calientes y finalmente dulces. Es lo que actualmente se conoce como ”finger food”.

Este tipo de cena os ahorra el complicado trance de tener que distribuir a los invitados en las mesas y permite que se relacionen más entre ellos, creándose un ambiente relajado y divertido.

Todo el mundo debería tener la posibilidad de sentarse, por lo cual se pueden poner mesitas altas con bancos, mesas pequeñas con algunas sillas alrededor e incluso montar distintas zonas chill-out que contribuirán también a la decoración del espacio.

El banquete

Como complemento al cocktail se pueden añadir distintos buffets también llamados “estaciones”, “rincones” o “bodegones” donde se servirán platitos o cazuelitas de refuerzo, e incluso, montar un “show cooking” que siempre es algo curioso y entretenido, y que permite ver como se preparan los deliciosos alimentos que luego comeremos.

Espero que estas ideas os ayuden a la hora de decidiros, pero sobretodo debéis recordar que el éxito de cualquier boda está en que los novios sepan disfrutar como un invitado más de lo que han preparado con tanta ilusión. De este modo recordaréis ese día como algo muy especial, no solo para vosotros sino también para la gente que os quiere y con la que habéis querido compartirlo.

¡Enhorabuena y suerte!

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