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Tres bodas mediterráneas – Manu y Fran. Una boda de lenguas

En estos artículos podréis ver tres bodas diferentes, pero con un denominador común: el estilo Mediterráneo #Bodaskm0.
Casarse en Mallorca sigue estando de moda y por suerte gran parte de los novios que eligen nuestra isla para casarse le dan mucha importancia a mantener la esencia de nuestro estilo mediterráneo.


Manu y Fran. Una boda de lenguas

A la hora de organizar y pensar tu propia boda hay varias cuestiones a tener en cuenta: el sitio, el catering, la invitación, la decoración, la ceremonia, los trajes, los anillos, la tarta y el baile. Esos puntos y casi en ese orden fueron los que fuimos desgranando poco a poco.

Desde el principio tuvimos claro que los protagonistas de nuestra boda, a parte de nosotros mismos, serían: Mallorca, las lenguas y nuestros invitados.

Lo más complicado fue elegir el lugar y tras haber visitado siete fincas nos decidimos por Vinromà en Muro, un lugar casi mágico con diferentes espacios donde hacer las distintas actividades que un enlace conlleva: ceremonia en un zona arbolada y con un estanque lleno de ranitas que tenía muchísimo encanto, aperitivo frente a la fachada de la casa, cena en una zona que llaman “la era” con forma redondeada, perfecta para como queríamos distribuir las mesas, nosotros en el centro y las mesas de los invitados alrededor, en un intento de sentirnos rodeados y acompañados por las personas que nos quieren y queremos; y baile en otro espacio diferente, también con forma redondeada con zonas para sentarse para aquellos menos bailongos. Lo único negativo es que no tenía plan B y es verdad que mirar aplicaciones del tiempo se convirtió en una obsesión durante todo el mes antes del día, sobre todo que la semana previa estuvo lloviendo sin parar, un estrés añadido que le dio, si cabe, un poco más de emoción.

Manu y Fran. Una boda de lenguas

El espacio era tan bonito que nos decantamos por una decoración sencilla, con hoja verde, bancos de rafia y cojines con tela de lenguas. Las únicas flores estarían en nuestra mesa, cuatro ramos con los colores del arcoíris que serían repartidos a ritmo de música a los futuros posibles matrimonios, como es tradición. Un detalle que nadie esperaba, porque evidentemente era una boda sin ramo de novia, pero que queríamos que estuviera presente. La encargada de ponerlo más bonito aún fue Elena Alomar de EnEsenciaDecora, también decoradora de la boda de Rafa y Mery.

Manu y Fran. Una boda de lenguas
Manu y Fran. Una boda de lenguas

El catering teníamos claro que debía ser el de Andreu Genestra, un cocinero bien mallorquín, que cocina en mallorquín y al que nos une cierto grado de amistad y sabíamos que nos dejaría fenomenal frente a nuestros invitados. Consistió en un aperitivo largo con dos estaciones, una francesa y otra griega y ocho aperitivos.
Lo de la mesa griega se debe a que Fran es un grecófilo reconocido y Manu, ídem, pero con el país galo.
En este punto tuvimos muy en cuenta las personas con necesidades nutricionales especiales y así había para todos: con gluten, sin gluten, vegano. Todo con una “touche” 100% Mallorca. Cuina de la terra le llama él.

Siempre hemos pensado que lo más aburrido de una boda es la parte en la que todo el mundo está sentado, por eso la parte cena intentamos que fuera corta. Unos ligeros aperitivos en mesa, un plato, un postre y a partir de ahí a levantarse a buscar el repostre que estaba en una mesa aparte, había hasta 7 tipos distintos de tartas y dulces. Barbara Backenkohler The Bakery (Pollença), que por cierto hizo la tarta de boda de Rafa Nadal, fue la encargada de nuestra mesa dulce, junto con los famosos doblegats de Joan del Forn de Sant Francesc (Inca).

La invitación quisimos que fuera un obsequio y que tuviera algo “hand-made” por eso encargamos al artista Palmesano David Martín de DABLADA STUDIO art|design unas serigrafías, seriadas y firmadas por él donde se nos veía a nosotros mismos y nuestras perritas Conxita y Opa sobre un suelo de tela de lenguas.

Manu y Fran. Una boda de lenguas

La invitación decía algo así que todos eran bienvenidos, no a una boda de cuento, si no a una auténtica boda de lenguas y es que ambos contrayentes somos unos enamorados del estudio de los idiomas. El complemento perfecto para esa temática era pues la propia tela de lenguas o ikat tan típico en todas las casas mallorquinas y así, decidimos que para una boda de lenguas había que ir vestidos como tal, por eso encargamos en Teixits Vicens (Pollença) nuestros trajes, era importante para nosotros el hecho de que fuera tela fabricada de forma artesanal. La verdad es que, tras la sorpresa inicial, se implicaron en el proyecto de confección muchísimo y el resultado fue espectacular. Los complementos (pajaritas y tirantes) también con la misma tela y diseñados por Carlos García para Vicens.
Lo más simpático es que parte de los asistentes de Mallorca, entendieron desde el principio la idea y también complementaron sus trajes y atuendos con detalles en tela de lengua. También muchos de nuestros familiares fueron vestidos o con complementos de Vicens.

Manu y Fran. Una boda de lenguas

Como las lenguas era el hilo conductor, la ceremonia, un poco larga, pero sin duda el elemento principal en un evento de esta clase, al fin y al cabo, se viene a eso a celebrar el amor, tuvo muchos protagonistas lectores de textos en sus idiomas originales, y así se oyeron textos de Cervantes, Shakespeare, Catulo, Pablo de Tarso Joan Salva, Thanos Mikroutsikos o Mathias Malzieu en griego clásico y moderno, latín, catalán, castellano, inglés y francés. Se habían repartido previamente folletos con las traducciones al castellano de todo, para que las personas allí reunidas pudieran entender el porqué de cada texto, elegidos con mucho mimo. El ritual de boda que elegimos fue el de las velas, que encierran en sí mismas los cuatro elementos, tierra, aire, fuego y agua; y así nuestras damas y caballero de honor fueron encendiendo velas de los distintos colores del arcoíris, cada una representado algo importante para la pareja, así el rojo sería la pasión, el naranja la energía, o el azul la calma.

Manu y Fran. Una boda de lenguas

La música fue así mismo protagonista, con canciones importantes en nuestra historia en común y que fueron interpretadas, maravillosamente por Auba Murillo y Elena. La sorpresa fue que como el enlace era el 7 de septiembre, se versionó para la ocasión la mítica canción de Mecano en nuestra entrada a la ceremonia. Pero toda ceremonia requiere un maestro, en este caso maestros de ceremonias, que la hagan amena y divertida, el trabajo de Raúl Muñoz y Nerea Garciolo, fue sencillamente, impecable.

Los anillos, otro de esos detalles que todo el mundo mira, también los queríamos artesanales, exclusivos, diferentes y hechos por alguien de la isla, Paola Bocardo realizo unos anillos en oro amarillo facetados y con un pequeño diamante engarzado, preciosos. Los diamantes que sean para todos, dejemos que sean los mejores amigos no solo de las mujeres.

Y el baile, ese gran momento, en el que nadie sabe muy bien cómo actuar. El nuestro quedó simpático y es que nos dejamos asesorar por Jordi de Centre de Ball Mallorca y así hicimos, dos bailes, el primero con parejas femeninas y que resultó un combinado de Sevillanas con Bachata, y el segundo un baile compuesto de pequeños trozos de canciones, también en distintos idiomas, cada trozo con una coreografía distinta. Muy divertido. El resto amenizado por el dj Lucas.

CRÉDITOS:

Escrito por: Manu CatMan y Fran M Camacho


REVISTA TU BODA EN MALLORCA:

Este artículo también lo puedes leer en el número #36 de nuestra revista Tu Boda en Mallorca.

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Más información y ediciones anteriores: Revista Tu Boda en Mallorca

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