En las bodas judías, hindúes y ortodoxas encontramos muchas referencias a la tradición de otras culturas llenas de magia y exotismo.
MATRIMONIO JUDÍO
El judaísmo en sus ceremonias religiosas y civiles contiene mucho simbolismo, e involucra tanto la Ley judía como la tradición cultural. Varia según el país donde se realicen y el grado de ortodoxia de los participantes. La ceremonia se celebra en una sinagoga y es oficiada por un rabino. Muchos rabinos y sinagogas tienen diferentes interpretaciones en cuanto a flores, música y el atuendo. Las bodas judías no se pueden celebrar el sabbath (desde la puesta de sol del viernes hasta la puesta de sol del sábado), ni en ciertos días festivos, como la pascua hebrea, ni las tres semanas posteriores al verano. En los cuatro días anteriores a la ceremonia, la novia (sin joyas, maquillaje…) rodeada de las mujeres de su familia y de sus amigas, se sumerge en un baño purificador: el mikvê.
El día de la boda el primero en llegar a la sinagoga es el novio, acompañado del padrino, de su padre y de su futuro suegro, y se coloca debajo del chuppah (baldaquín de seda y terciopelo, adornado con flores, representación de un hogar judío y que simboliza la fragilidad del ser humano y la protección divina). La novia, vestida de blanco y con un velo, se sitúa a la derecha del novio. Los padres se colocan a cada lado del chuppah. Después de que el rabino les recuerde los deberes del matrimonio, bendice una copa de vino que beberán los novios.
Tras recibir la bendición, el novio coloca la alianza en el dedo índice de la mano derecha de la novia y recita unas palabras sagradas. El silencio de ella es señal de consentimiento. El anillo debe ser del novio, de oro o plata, no debe llevar ninguna piedra, ni surcos o dibujos, para que no obstruya su buena fortuna. La futura esposa no puede llevar otras joyas durante la ceremonia. Finalizada la entrega del anillo, el rabino lee el contrato matrimonial, llamado ketubah. El antiguo ketubah protege los derechos de la novia como una mujer casada y asegura su cuidado y protección por el novio.
A continuación se cantan las siete bendiciones, seguido de otro trago del vino ceremonial para sellar la voluntad de compartirlo todo en la vida. La ceremonia termina cuando el novio rompe la copa de vino (evoca la destrucción del templo de Israel). Sus fragmentos simbolizan la fragilidad de la vida y según creencias cuantos mas fragmentos mayor será la felicidad de los novios.
Durante toda la ceremonia los hombres conservan la cabeza cubierta.
MATRIMONIO HINDÚ
Las bodas en la India son una buena oportunidad para maravillarse de la belleza exótica de las mujeres hindúes y de la elegancia de sus vestidos elaborados en sedas multicolores. Existen desde tiempos antiguos cuatro castas, aunque cada vez están menos marcadas. Brahmin (sacerdotes); Kshatriya (reyes, guerreros); Vaishya (empresarios, comerciantes) y Shudra (trabajadores, gente de la clase baja y los sirvientes).
El matrimonio se realiza con una persona de la misma casta, por lo general de los 18 a 25 años. Los matrimonios pueden ser por decisión propia, pero en un 90 por ciento son arreglados por los padres como parte de la tradición. La familia de la novia da como regalo al novio oro, ropa, joyas, dinero, y la familia del novio también da regalos, pero no se compara a la dote que da ella. Unos días antes de la boda, la futura esposa, junto con las mujeres de la familia y sus amigas,comienzan un ritual denominado Mehndi (tatuaje con henna), que consiste en decorar las manos y pies de la novia no solo por estética, sino como gesto de prosperidad y para alejar los malos espíritus. La noche de la henna, es por tanto un rito prenupcial.
Toda la ceremonia gira en torno a símbolos y rituales que tienen el propósito de enseñar a la pareja las experiencias y lecciones necesarias para la vida conyugal. La ceremonia nupcial, realizada delante del «brahman» (autoridad religiosa), esta compuesta por tres rituales: el «homa» ofrenda al fuego, el «panigrahena» que marca el enlace de los novios y el «satapadi», donde los novios dan siete vueltas alrededor del fuego sagrado. Los siete pasos simbolizan buenos augurios de: fortuna, descendencia, fuerza, amistad, felicidad, salud y comida.
Esta ceremonia tiene tres objetivos: el «dharma» es la conducta correcta, el «praja» para tener descendencia y el «Kama» es el deseo. Las novias suelen vestir prendas rojas con finos bordados y muchas joyas. La pareja se sienta frente al fuego sagrado mientras el sacerdote dice mantras. El esposo coloca en la novia una especie de collar que se llama mangalsutra y un polvo rojo en la cabeza que llaman sindoor. La ceremonia puede durar de tres a cuatro horas.
MATRIMONIO ORTODOXO
Las ceremonias ortodoxas son parecidas a las católicas, como el intercambio de anillos, salvo en algunos rituales adicionales que están llenos de un gran valor simbólico, como la imposición de las coronas. El número tres, que simboliza a la Santísima Trinidad tiene una enorme importancia en estas ceremonias.
Cuando la pareja se encuentra frente al altar, el sacerdote como símbolo de bienvenida toma sus manos (derechas), después bendice los anillos y bendice a los novios, realizando tres veces la señal de la cruz delante de ellos. El sacerdote coloca entonces los anillos en el dedo índice de los futuros esposos e interviene el padrino, poniendo y quitando por tres veces el anillo. A continuación se realiza uno de los rituales mas representativos de la ceremonia ortodoxa, la coronación de los novios, que tiene un doble significado: bíblico, en el Libro del Génesis se define al hombre y a la mujer como reyes de la creación y simbólico, como amos absolutos para la gobernación de sus vidas.
Después de la coronación beben de la copa de vino, que simboliza la copa de la vida y dan tres vueltas alrededor del altar y besan tres veces la cruz del sacerdote, para expresar su compromiso de permanecer unidos siempre. Las tres vueltas tienen un significado teológico y representan el misterio de la Trinidad.