No es un tópico decir que si existe un viaje romántico y recomendable para un viaje de novios es el viaje a Venecia.

También he de decir que es preferible no ir tan poco tiempo como ofrecen muchos paquetes turísticos o extensiones de otro destino (dos días) ni tampoco más de cuatro. Tres o cuatro días están genial. Pero ni mucho menos conoceremos-viviremos bien Venecia en uno o dos días.

Partiendo de la base de que no hay que perder el tiempo en visitar el Lido ni zonas adyacentes, hablaremos de Venecia siempre refiriéndonos a la parte histórica, a la isla.

Existen vuelos directos que nos transportan en dos horas y media largas, tiempo más que prudente. Recomiendo situarnos en la parte de la derecha del avión ya que tendremos la oportunidad de ver cuando aterricemos Venecia desde el aire y es una vista preciosa.

Nos transportan a la isla en un Vaporetto o lancha privada en el caso de tenerla contratada (merece la pena) hasta nuestro hotel.

Existen innumerables posibilidades de alojamiento. Es uno de esos destinos en los que uno se podría permitir el “lujo” de ir a la aventura, sin reservas de hotel. Pero en el caso del viaje de novios…. no sé, tanta aventura la reservaría para otro momento, no vaya a ser que se produzca la primera bronca matrimonial. Hablaré de los cuatro hoteles que recomiendo encarecidamente, los cuatro están magníficamente situados.

El Danielli. Al lado de la Plaza de San Marcos en la orilla del gran canal. Como casi todos los hoteles de lujo en Venecia tiene una zona más antigua y otra más moderna. En los paquetes turísticos siempre (o casi) ofrecen la parte más moderna y más barata. Tener cuidado, tanto en este caso como en todos los demás hay una diferencia enorme y merece la pena ir a la zona histórica.

El Gritti. Puede ser el hotel más conocido de Venecia, también situado en el gran canal con una decoración muy Veneciana, muy autentico. Merece la pena ir aunque sea solo a tomar un té.

Westin. Es un hotel bastante nuevo, muy céntrico pero no tanto como los otros, también en el gran canal. Muy cuidado. Preciosa decoración ultra-barroca.

El Bauer. Como en el caso de casi todos hay una parte moderna y zona más grande y la zona restringida, pequeña y de lujo que denominan “Il Palazzo at the Bauer”. Definitivo. Situación magnífica, detalles y más detalles. Servicio estupendo….. Yo iría allí.

Dejamos aparte el lado hotelero, y empezamos a ANDAR.
Casi no haría falta ni coger un vaporetto. Venecia bien merece una buena caminata.
La primera visita es a la Plaza de San Marcos, preciosa por sus dimensiones, su suelo, y la diferente arquitectura que la conforma. Venecia es un caos maravilloso de arquitecturas.
Al lado de la plaza está la catedral y el Palacio Ducal. Este último es una maravilla. Está en su última fase de restauración. Visitar a la hora de comer.

También hay que subir al Campanario. Allí es donde nos haremos una idea real y general de Venecia, proporciones, iglesias, tejados, plazas, suelos….

Visitar el Ca Rezzonico, museo de pintura clásica, la colección privada de Peggy Guggenheim (arte contemporáneo), la Academia, Sta. Maria de la Salute junto con la infinidad de pequeñas iglesias llenas de encanto, disfrutar de sus pequeños puentes junto con los famosos Puente de Rialto, Puente Vecchio y Puente de la Academia.

El encanto de Venecia no está en sus grandes monumentos o impresionantes palacios. El encanto está en los rincones, en los pequeños canales, en los accesos a las casas, en los postigones de sus ventanas, en los llamadores de las puertas, en la ropa tendida en un callejón. En las altanas de sus edificios que originalmente se construyeron para que las mujeres venecianas se pusieran al sol y se les aclarara el pelo…. En los super-recomendables conciertos barrocos (casi siempre de “su” Vivaldi) que se celebran en iglesias.
En las plazas, en los mercados, en las góndolas, en el transporte de todo tipo de mercancías por el canal (es curioso ver desde una especie de vaporeto de transporte de coca-cola hasta una mudanza). Son únicos sus suelos, su maravillosos desastre de conservación (casi imposible) su mezcla de culturas y estéticas. Venecia es una maravilla!.

Bueno, es que me acuerdo de cada uno de los detalles y me muero de ganas de volver, y ya sería la tercera vez, así que no recomiendo ir sin falta por recomendar, de verdad que lo hago con conocimiento de causa. Es tan distinto y tan mágico….que engancha.